Significa que cuando empiezas una relación con una persona, "del tipo que sea", hay un impulso en ti que, por encima de todo, quiere ayudar a la persona en cuestión y mejorar su vida, en todo lo posible. Tu implicación es emocional, muy personal y conlleva generosidad y autentico altruismo. Le añadimos otro ingrediente, la pasión, esa pasión e ilusión con la que haces todo. Todo ello, conlleva que se generen expectativas de las que te hablaba, tu seduces, conquistas e ilusionas. Ven en ti como alguien que puede solucionarles sus vidas.
Entonces cuando la realidad y sus circunstancias se imponen y no se corresponden con la situación, hay que buscar un culpable, y éste siempre es la persona que les ha hecho soñar.
Esta personalidad, en frecuentes ocasiones, suele también atraer a personas vulnerables, con graves inseguridades, bajas autoestimas y grandes dependencias emocionales. Se agarran a ti y te ven como su salvador. Cuando se dan cuenta que tu no eres eso, aparecen los sentimientos de rabia, ira y frustración, que se canalizan hacia ti.
EL PERIÓDICO DE LA PSICOLOGÍA